No soy un gran apasionado de la coctelería, lo admito. Pero cuando la propuesta es interesante, hay que dejarse llevar. Esta vez, la cita fue en Matadero Madrid, ese espacio cultural que, entre sus naves industriales y su aire creativo, siempre es escenario de algo inesperado. Y lo inesperado llegó en forma de cóctel: Madrid 91, una mezcla que no solo pretende deleitar paladares, sino también contar una historia.
La presentación estuvo encabezada por Marta Rivera de la Cruz, delegada de Cultura, Turismo y Deporte, y por Diego Cabrera, el mago de la coctelería detrás de Salmon Guru, uno de los bares más reconocidos del mundo. La premisa era clara: Madrid 91 es más que una bebida, es un homenaje a la esencia de la ciudad, con un toque de innovación y una pizca de nostalgia.
Los ingredientes hablan por sí solos: vermú rojo, brandi y una emulsión de torrija. Sí, torrija. Ese dulce madrileño de Semana Santa que aquí se reinventa en forma líquida. Un sorbo y la sensación es peculiar: el dulzor del postre se funde con la fuerza del brandi, mientras el vermú da equilibrio con su amargor característico. No sé si me convertiré en un experto en cócteles, pero tengo que admitir que este tiene personalidad.
Pero la experiencia no acaba en un solo trago. El evento no solo marcó el inicio de esta creación, sino que también dio el pistoletazo de salida a una ruta por 12 coctelerías de la ciudad, donde los madrileños y visitantes podrán probar Madrid 91 durante las Fiestas de San Isidro 2025. Lugares emblemáticos como Salmón Gurú, Viva Madrid, Angelita Madrid y Bar Seco 1862 serán paradas obligatorias para los curiosos y amantes de la mixología.
Más allá del sabor, lo que me queda es la idea de que Madrid es una ciudad que se puede contar de muchas maneras. Algunos lo hacen con palabras, otros con música, y ahora, parece, también en una copa bien servida. Puede que no sea un experto en cócteles, pero de algo estoy seguro: este viernes en Matadero tuvo el sabor de algo especial.