La noche del martes tuve la oportunidad de compartir la degustación de LJWines, dirigida por los creadores de este proyecto, pequeño en volumen de producción, pero grande en el resultado de sus vinos, lo que los hace únicos.
La cata dio cita en “Wine Station”, el bar de vinos ubicado en el barrio de Colegiales, más precisamente en la calle Cramer 800, a metros de la estación de tren; quien abrió sus puertas exclusivamente para el evento ya que los martes es su día de descanso.
Comenzamos la noche degustando un Sauvignon blanc, cuya frescura se desprendía tan solo al acercar la nariz a la copa. Rápidamente desprendió notas a fruta blanca y algo de flores blancas, matizado con las típicas notas herbáceas de la cepa, que nos invitaba a tomar. En boca la acidez estaba perfectamente equilibrada, con notas cítricas que lo volvieron fresco, fácil de tomar y con una nota dulce que invitaba a continuar.
Pasada la introducción continuamos con un Cabernet Sauvignon, nos lo presentaron a ciegas y todos allí pudimos revelar su identidad, sus notas a pimiento verde característico no se hicieron esperar. En boca estaba redondo, gordito, sabroso, con taninos presentes que pedían algo de comida para acompañar. Un vino 2013 de la línea barrilete con uvas de Tupungato, Valle de Uco y San Rafael, muy bebible, con poco paso por madera, mostraba frescura y me atrevo a decir que todavía le quedan unos cuantos añitos más de guarda.
Luego de haber arrancado con la picada, para satisfacer los deseos del cabernet Sauvignon, seguimos con un exquisito Pinot Noir de la línea Scrable, que mostraba la frescura de la cepa, con mucha fruta en nariz, y buen cuerpo en boca que invitaba a otra copa más.
A continuación, vinieron dos ejemplares que para mí fueron las estrellas de la noche. Un Blend de Merlot (60%), Syrah (10%) y Cabernet Sauvignon (30%) 2012, y un varietal de Syrah 2013. Del primero me atrapó su nariz, con notas de estofado, tomate cocido, algo especiado y con notas vegetales, cuya complejidad despertaba todos los sentidos. Luego de unos minutos de disfrutar su aroma, procedí a su degustación, en boca tenía presencia, cuerpo. Estaba equilibrado con taninos redondos, bien integrado, con notas dulces, frutado, amable y cierta complejidad que lo hacen especial. Le siguió “El Syrah”, ejemplar que ya no se consigue, ya que solo fueron confeccionadas 1.800 botellas y cuyo privilegio tuve de probar. A riesgo de parecer simplista lo califico como un gran vino, con mucha personalidad.
Finalmente, para cerrar la noche vinieron las perlitas, los tope de gama, la línea “Guacho”. Primero el Malbec, con 18 meses de paso por barrica, muestra en nariz toda su complejidad y una gran intensidad. Aparecen rápidamente notas de fruta negra madura, notas de vainilla y chocolate, que lo vuelven espectacular. En boca, tiene presencia, mucho cuerpo, y permanece largo rato tras el primer sorbo. La fruta madura invade de una forma hermosa toda la boca. Para terminar, probamos un “Guacho Blend” cuya particularidad es la utilización de uvas pasas. Este hallazgo, que suele utilizarse en los vinos italianos (en sus denominaciones Amarone y el Recioto de la Valpolicella DOCG), lo vuelve muy original. Lo que a mi parecer lo destaca, tanto en nariz como en boca, una nota intensa de caramelo. Es un vino complejo en nariz y persistente, mientras que en boca es largo y deja un recuerdo duradero que incita a beber otro sorbo.
En resumen, fue una hermosa experiencia, donde tuve la oportunidad de conocer todo el portfolio de LJWine, descubriendo nuevas sensaciones y sabiendo que volveré a visitarlos para probar más.
Paulita Lima
Comunicadora del vino
Apasionada por vid y los frutos de su transformación, ávida por transmitir el mundo del vino. Escritora por vocación, realizó programa intensivo de Sommelier en la EAS (Escuela Argentina de Sommelier), y otros cursos en la EAV ( Escuela Argentina de Vinos).
Paulita Lima
Comunicadora del vino
Apasionada por vid y los frutos de su transformación, ávida por transmitir el mundo del vino. Escritora por vocación, realizó programa intensivo de Sommelier en la EAS (Escuela Argentina de Sommelier), y otros cursos en la EAV ( Escuela Argentina de Vinos).