La tarde/noche del miércoles me encontró en La Cava de El Querandí, restaurante y vinoteca ubicada en el corazón de San Telmo, en pleno casco histórico de la Ciudad de Buenos Aries, lo que supo ser una casona del siglo XIX. En el subsuelo de este mágico lugar, nos esperaba Vicente, embajador de Casa Montes Bodegas y Viñedos ubicada en el Valle de Tulum, a orillas del río San Juan a 700 metros sobre el nivel del mar.
Tan sólo descender, fui recibida con una copa de Fuego Negro extra brut, espumante que combina las uvas de Viognier y Chardonnay. Fresco, frutado, con notas tropicales y un dejo meloso. Minutos más tarde fuimos ubicándonos en las mesas predispuestas en forma circular, lo que a posteriori nos permitiría compartir impresiones de lo que iríamos degustando. Arrancamos con un nuevo lanzamiento de la bodega, un joven blanco de Sauvignon Blanc y Viognier, muy original. En nariz combinaba notas de ananá con un leve toque vegetal, como de ruda característica del Sauvignon Blanc. En boca sabía frutado no obstante su final presentaba un dejo amargo, complemento perfecto de sabores, con una textura en boca ligera y fresca.
A continuación, fuimos catando los vinos tintos en combinación de a dos, lo que nos posibilitó descubrir con más detalle sus diferencias y características específicas. El primer dúo fue el joven y también nuevo lanzamiento Fuego Negro Malbec-Petit Verdot, con un aroma de fruta roja, característico del primero, y notas picantes de eucalipto, descriptores asociados al segundo. De cuerpo medio y trago fácil, entraba dulce y dejaba un tinte mentolado sobre el medio de la lengua. Lo que más me sorprendió y agradó fue su tanino presente pero amable, se encontraba muy bien equilibrado para ser un vino joven, 2017, y haber pasado solo por duelas. Todo lo cual lo volvió un perfecto compañero de los primeros quesos de la noche. Su contraparte fue un Alzamora Cabernet Sauvignon, uno de mis preferidos, con 6 meses de paso por barrica de primero y segundo uso, era intenso en nariz y gordito en boca. La particularidad de esta botella es su nota frutal y dulzona en boca otorgado por el clima de San Juan.
Le siguieron las dos bombas de la noche, Don Baltazar Petit Verdot 2015 con 9 meses paso por barrica y el Casa Montes Blend con 12 meses de roble francés y americano, y cuya producción solo alcanza las 2.000 cajas. El primero con buen agarre, intenso y equilibrado fue perfecto con la empanada de carne frita. El segundo fue distinto, la complejidad de las seis cepas que lo componen, Malbec – Cabernet Sauvignon – Cabernet Franc – Petit Verdot –Syrah, se hizo presente. Desprendiendo aromas a fruta roja, algo vegetal, entremezclado con especias y cierta nota de anís. En boca distinguía oportuna acidez y taninos sedosos maridando exitosamente con el pincho de carne, pimiento y cebolla.
Para cerrar la noche, tuvimos la suerte de degustar chocolates de CocoaBit, hechos a base de 60% de cacao y combinado con distintas especias. Probamos chocolate negro en tres distintas combinaciones: curry, cuatro pimientas, y caramelo y almendras; mientras que los blancos combinaban con lima y jengibre, sal del Imalaya y pimienta rosa. Mientras que terminamos con un Fuego Negro dulce natural de Viognier, de un sutil dulzor en boca pero con un aire cítrico que lo volvía fresco y amable.
Hacia el final, nos despedimos de Vicente quien nos acompañó durante toda la velada, transportándonos de cepa en cepa y de copa en copa, hasta la próxima cita.
Paulita Lima
Comunicadora del vino
Apasionada por vid y los frutos de su transformación, ávida por transmitir el mundo del vino. Escritora por vocación, realizó programa intensivo de Sommelier en la EAS (Escuela Argentina de Sommelier), y otros cursos en la EAV ( Escuela Argentina de Vinos).