Como cada viernes por la tarde, luego de terminar mi jornada laboral, salgo al encuentro de ver una obra teatral. Debo recocer que la oferta en Madrid es muy amplia, y que es muy difícil seleccionar una de ellas.
Un email entra en mi celular, y se trata de la sala El Mirador, que se encuentra muy cerca de las estaciones Embajadores de metro y Cercanías Renfe.
El nombre de la obra es VULVA, con la Dramaturgia y dirección: Irene Herrero Miguel.
La obra la interpretan: Silvia Vacas, Carmen Mayordomo (en alternancia con Mercedes Salvadores), Noemi Climent, Joaquín López-Bailo, y Jesús Granda.
Música y Espacio sonoro de Alberto Martín Paz.
La escenografía está a cargo de Arantxa Melero.
Y se trata de una idea Original Espacio Escénico de Joaquín López-Bailo.
La coreografía y Movimiento es de Mercè Grané.
Con iluminación de Jorge Simón.
Una producción de Pablo Villa Sánchez.
Y la compañía es Las horas del humo.
Una vez que llegue al teatro, los protocolos son los habituales en Madrid, lavados de manos con alcohol en gel, toda de temperatura, etc.
El espacio cuenta con una pequeña barra donde podemos tomar un café o una cerveza, entre las opciones que ofrece.
La función comenzó, exactamente a la hora pautada, por lo tanto, es recomendable llegar con tiempo, si es que nos gusta tomar un café antes de la función.
Cuando entre a la sala, una de las cosas que me llamo la atención es la escenografía, me sentí que ingresaba al aula de uno de mis hijos, y eso ya me gusto.
Las luces del teatro bajan, y la obra comienza. Si bien la idea no es contar la obra si podemos decir que a menudo podemos tener un lunes de mierda. Y así arranca la obra… Todo el mundo anda hablando de lo mismo. Un conventillo de conversaciones sobre Lucía, maestra de primaria. Un grupo de padres mirándola de reojo al entrar esa mañana al colegio. Un conserje que ni siquiera la ha saludado. Y ella pensando “¿Qué coño está pasando?”. Cuando sus peores temores se confirman, por algún motivo se ha filtrado aquel video que le envió́ hace años a una persona de su entorno de confianza y ahora lo ha visto, sin mucho más que decir, todo el colegio. Y lo peor de todo esto es que tienen una opinión al respecto y todos se hacen la misma pregunta: ¿Qué pasaría si ese video llega a los niños?
La directora ha sabido seleccionar muy bien los actores para esta obra, cada uno de ellos nos ha puesto en el papel, en que seguramente nos sentiremos identificados si esto sucediera en nuestra escuela.
Una obra absolutamente recomendable, en la que pasaremos un momento agradable.
Agradecemos a la compañía, al teatro por la invitacion