Fernando González: Un director multifacético que cautiva con su visión teatral (entrevista)

En el vibrante mundo del teatro, hay figuras que destacan por su talento, dedicación y versatilidad. Uno de esos nombres es el del director, actor y docente Fernando González. Con una sólida formación en la Escuela Nacional de Arte Dramático y una amplia trayectoria en el mundo de las tablas, González ha dejado su huella en el escenario a través de obras que han cautivado al público y a la crítica. En esta entrevista exclusiva, conoceremos más sobre su trayectoria y sus proyectos más recientes.

1. ¿Cuál fue la inspiración detrás de la puesta de “Tres Soledades” y qué mensaje esperan transmitir al público?
El concepto del cual partí fue trabajar con el detrás de escena y poner de manifiesto, a través de la actriz, los tres relatos por los que es atravesada.
Imagine un símil entre una cantante y un músico donde interpretan distintos tangos o canciones. Donde los intervalos son puentes entre historia e historia y el músico desarrolla melodías, pensando en los finales y principios de las escenas.
El mensaje es concreto, es hacernos ecos de esa soledad y de los abusos y las indiferencias de políticas estatales. Y recordarnos también que en democracia los gobiernos son votados por la gente y tal vez tengamos que hacernos cargo de cierta complicidad con lo que sucede. Los relatos nos deberían servir de espejo para repasar o enterarnos del algunas problemáticas de determinados sectores2. La obra aborda 2. temas como la desigualdad y la lucha de las minorías. ¿Cómo se reflejan estos temas en el desarrollo de la obra?
Yo creo que en los tres personajes hay dolor. Ellas se dan cuenta, reflexionan y accionan para que sus vidas no sean como antes. Me parece que es un signo de la época también. Estas minorías o sectores a los que refiere la obra, y que están sumergidos en estas desigualdades, están reaccionando. Están motorizando sus propias vidas y las del conjunto que las rodea para modificarlas. Pero por supuesto es un proceso lento, cuesta mucho y por momentos creo que se retrocede. Los niveles de pobreza y desigualdad económica y los niveles de injusticia a los que estamos llegando son tremendos. Con una contradicción muy grande, que un gobierno democrático genera una desigualdad mayor. Estamos en un paradigma nuevo, pero para enunciarlo me estarían faltando palabras.


3. La obra presenta tres historias de mujeres aparentemente inconexas pero unidas por la misma lógica de la sociedad capitalista patriarcal. ¿Cómo logran entrelazar estas historias y qué desafíos enfrentaron al hacerlo?
Fue un desafío, es verdad. En realidad fueron varios los desafíos. Yo acostumbro a escribir las obras que dirijo. Me gusta definir el texto final que es atravesado por los ensayos y por los actores. Y sobre todo por el tiempo. Ver cómo el relato tiembla entre lo que uno desea y eso nuevo que aparece, que es resultado del trabajo en conjunto de las partes que intervienen. Por un lado el desafío fue ese funcionamiento y por otro, la mirada de la actriz que se imponía o ponía límite a ciertas resoluciones de escenas o del relato. Si bien el texto estaba escrito, ensayar con la participación del autor fue muy interesante. Fue sentirme acompañado en el proyecto, en el sentido y morfologías de las ideas.

El entrelazamiento de las distintas historias es algo que les propuse como juego. La música en escena es algo que me gusta y me fascina.  Un todo que cobra vida propia. Lo propuse como un actor más, nunca como un acompañamiento de la actriz. Son los dos o los tres en escenas. A medida que ensayábamos sentíamos que los textos se hablaban entre sí y nos recordaban todo el tiempo lo real. Nosotros venimos del ámbito de la educación. Los tres somos docentes de escuelas secundarias y terciarias. No nos son ajenos estos relatos, la injusticia tampoco. En muchos momentos nos preguntábamos: ¿nos representan estos relatos?, ¿estos textos nos hablan del aquí y ahora? Y nos respondíamos afirmativamente.
Imagino que cada director puede entrelazar los textos de infinidad de formas.   
El monólogo del final a público, con las luces encendidas, es parte de esta idea. Y es parte del proceso de los ensayos. No estaba escrito, se escribió durante el proceso de armado faltando pocas semanas para el estreno.
4. ¿Cuál es el papel de la música en escena y cómo complementa la actuación de Noelia Russo en su interpretación de las tres mujeres atravesadas por la soledad?
Siempre los pensé como un todo. Dialogando. La música es soplo, oxígeno. Ese viento que hace tan bien. Ese respirar es el sonido del bandoneón. Son pulmones, son la acaricia en la cabeza de la jubilada, es la sirena que advierte el peligro que está detrás de la puerta, es el teléfono, la canción patria, es el sonido de Piazzola como advertencia de una sociedad que está solitaria. Y por ahí, en un huequito encontrado por el arte, está el camino hacia algo distinto.

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