A las siete en punto de la tarde, la Casa de México, con su elegancia discreta y su calidez cultural, se convirtió en el epicentro de una velada que prometía ser inolvidable. Bajo el cobijo de la literatura y el teatro, Amaranta Osorio presentó su última obra: “La trilogía del recuerdo”, una recopilación de tres textos teatrales que exploran, con una sensibilidad abrumadora, las múltiples caras de la memoria.
El salón principal se llenó rápidamente de un público diverso: amantes del teatro, estudiantes, y curiosos atraídos por la magia de la autora y el peso de su nombre en el panorama dramatúrgico. La conversación comenzó con la autora, acompañada por el escritor Jorge Volpi, cuyas palabras siempre encuentran una forma de conectar con las inquietudes humanas más profundas. Desde el inicio, Amaranta habló de la memoria como un puente entre el pasado y el presente, como un elemento que nos define y que, al ser ignorado, nos condena a la repetición de errores.
El momento más emotivo de la noche llegó cuando Ana Fernández, con su imponente presencia escénica, interpretó fragmentos de las obras. Su voz, cargada de matices, le dio vida a los textos de Amaranta, logrando que el público contuviera el aliento. Especialmente impactante fue el fragmento de Regresar es irse, donde se evoca el dolor del exilio republicano en México. El eco de esas palabras pareció rebotar en las paredes, recordándonos el peso de la historia y las vidas que se entrelazan a través de ella.
En su intervención, Volpi destacó cómo la obra de Osorio se enfrenta al desafío de no caer en la sentimentalidad fácil, sino de abordar el dolor con esperanza. Ese hilo que conecta lo que duele con lo que puede sanar se percibe en cada una de las tres obras que componen el libro:
- Regresar es irse nos enfrenta a las heridas abiertas de la Guerra Civil Española y el exilio, explorando el impacto en tres generaciones.
- Sobre tus alas navega entre lo personal y lo universal, en un relato íntimo sobre el duelo, las herencias emocionales y la fuerza de las mujeres.
- Akuakuaue, la obra para público familiar, transforma la tragedia de la última vaquita marina en un canto de alerta y esperanza por la conservación de la naturaleza.
El acto concluyó con aplausos sostenidos, un aire de reflexión y el brillo en los ojos de quienes salían con el libro entre las manos, ansiosos por sumergirse en sus páginas. Para muchos, esta noche no solo fue un homenaje al recuerdo, sino una invitación a abrazarlo como un acto revolucionario.
“La trilogía del recuerdo” es más que un libro: es un compromiso con el pasado, una exploración del presente y una declaración de esperanza hacia el futuro. Amaranta Osorio, con su sensibilidad única, logra convertir el teatro en un espejo en el que todos podemos vernos reflejados. Una joya literaria imprescindible para quienes creen que recordar es, en sí mismo, un acto de resistencia.