Hay noches en Madrid que parecen preparadas por un mago. Todo se confabula para que la realidad se vuelva espectáculo.
Así fue este 15 de octubre, cuando el histórico Teatro Calderón abrió sus puertas para el estreno VIP de Houdini, un musical mágico.
Había algo distinto en el aire: flashes, murmullos, ilusión. Desde la entrada, el teatro ya no era el de siempre. Era un templo de la magia.

Un teatro con historia… y ahora, con hechizo
El Teatro Calderón, inaugurado en 1917 y situado a pocos metros de la Puerta del Sol, ha sido testigo de más de un siglo de arte, emociones y transformaciones. Por su escenario han pasado zarzuelas, musicales, grandes comedias y dramas inolvidables. Pero esta vez, el Calderón se reinventó: cada rincón del edificio se convirtió en una experiencia inmersiva previa al espectáculo, un recorrido por la historia del ilusionismo que anticipaba lo que vendría.
Entrar al teatro fue como atravesar un espejo. Objetos antiguos, magos en vivo, estancias que llevaban décadas cerradas… Todo te preparaba para entrar en el mundo de Harry Houdini, el escapista más famoso de todos los tiempos.
Un musical que desafía los límites
Houdini, un musical mágico no es solo un musical. Es una mezcla hipnótica de teatro, magia y emoción.
En escena, Pablo Puyol interpreta a Houdini con una entrega total, acompañado por Julia Möller como su inseparable esposa Bess. Ambos logran que cada número de ilusionismo tenga alma, que cada canción sea un desafío a lo imposible.
La dirección y el libreto son del italiano Federico Bellone, el mismo que ha firmado éxitos internacionales como Mary Poppins o El Fantasma de la Ópera.
La música, compuesta por Giovani Maria Lori, bebe del folclore húngaro —un guiño a las raíces del mago— y se mezcla con melodías contemporáneas que hacen vibrar el patio de butacas.
Y sí: hay más de veinte números de magia en vivo, entre ellos, la espectacular aparición de un elefante en el escenario. No hay trampa ni cartón. Hay talento, precisión y una producción que deja al espectador sin aliento.
Una experiencia total
El elenco se completa con Cristian Escuredo, Juan Dos Santos y un grupo de artistas que parecen fundirse con la música y los efectos visuales.
Todo el montaje respira excelencia: las luces de Valerio Tiberi, el vestuario de Chiara Donato, la escenografía envolvente de Clara Abruzzese… cada detalle contribuye a esa sensación de estar viviendo algo irrepetible.
Al salir del teatro, Madrid seguía igual, pero uno ya no era el mismo.
Quizás esa sea la verdadera magia de Houdini: hacerte creer, por un instante, que los límites no existen.