Crónica: El Belén de Cibeles y la magia de la Navidad en Madrid

Madrid despierta cada diciembre con una calidez especial que contradice el frío invernal. Las luces, los villancicos, el aroma a castañas asadas… y, por supuesto, el tradicional Belén del Palacio de Cibeles, inaugurado con gran entusiasmo por el alcalde José Luis Martínez-Almeida. Este año, el nacimiento no es solo un homenaje a la tradición navideña, sino también a uno de sus máximos exponentes: el artista belenista José Luis Mayo Lebrija.

Llegar al Patio de Operaciones de CentroCentro, en el corazón del Palacio de Cibeles, es como atravesar una puerta al pasado. Allí, el Belén de estilo hebreo, compuesto por 278 figuras, despliega un recorrido que captura los momentos esenciales del nacimiento de Jesús, desde la Anunciación hasta la huida a Egipto. Cada escena es un mosaico de detalles minuciosamente trabajados: el brillo del agua en la cascada, los ropajes de las figuras y los paisajes que evocan la Palestina de hace más de dos mil años.

La inauguración fue un evento solemne y festivo. Las notas del Coro de Jóvenes de Madrid llenaron el aire con villancicos que parecían resonar entre las paredes del imponente palacio, añadiendo un toque espiritual a la experiencia. Mientras tanto, el alcalde destacó la importancia de mantener vivas las tradiciones, especialmente en una ciudad tan diversa como Madrid, donde la Navidad une a madrileños y visitantes en una celebración compartida.

Este año, la puesta en escena no solo sorprende por su belleza, sino también por su accesibilidad. Desde audioguías hasta visitas adaptadas para personas con discapacidad visual y auditiva, el Belén de Cibeles busca ser una experiencia inclusiva, asegurando que todos puedan disfrutar del arte y la espiritualidad que encierra esta obra.

El recorrido es una experiencia completa, un viaje a través de los evangelios donde los detalles son tan importantes como las emociones que evocan. El molino, el carpintero, las figuras junto al lago… Cada elemento cobra vida gracias al toque maestro de José Luis Mayo, quien combina el rigor histórico con un profundo sentido artístico. Este homenaje al escultor, quien celebra 40 años desde su primer premio en el arte belenista, es un reconocimiento más que merecido.

Para quienes buscan seguir explorando, Madrid ofrece un itinerario de belenes que abarca toda la ciudad, desde el Palacio Real hasta el Museo de Historia de Madrid. Además, los distritos de Salamanca, Vicálvaro y Ciudad Lineal albergan una exposición única con piezas de la colección privada de Antonio Basanta y María de los Ángeles Martín, considerada una de las mayores del mundo.

Cuando la visita termina y uno vuelve al bullicio de la calle Alcalá, el espíritu navideño parece acompañarte, como si la magia del Belén de Cibeles se extendiera por toda la ciudad. Sin duda, esta tradición es mucho más que un nacimiento; es un recordatorio de que Madrid, en Navidad, se transforma en un lugar donde el arte, la historia y la fe se entrelazan para regalar momentos inolvidables.

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