Sábado lluvioso, inusitado en “la tierra del sol y el buen vino”, empero, allí me encontraba, camino a Las Compuertas, localidad de Lujan de Cuyo, hacia el restaurante Los Hornos ubicado en el km21 de la Ruta Provincial 82.
A mi llegada fui recibida por sus dueños, Alejandro y Miriam, en el salón donde se percibía calidez y buen gusto.
Ante la consulta de Alejandro sobre qué vinos tenía ganas de probar, mi respuesta fue sincera y concisa: sorpréndeme, y así lo haría.
La degustación consistió en tres vinos, dos blancos y un tinto. El primero se trató de un Verdejo Polígonos de Valle de Uco 2020 de la bodega Zuccardi, elaborado en cemento, sin agregados. Cepa blanca oriunda de España que en la Argentina se encuentra solo implantada en Mendoza con 0,4 hectáreas. En la copa presentaba un color amarillo casi transparente. Mientras que en nariz predominaba la fruta blanca dulce, evidenciándose fresco y persistente; en boca nos llevaríamos una grata sorpresa, tras el primer sorbo encontramos, en cambio, notas cítricas, acidez filosa y un largo final. El maridaje elegido para este vino fue una bruschetta de tomates confitados, queso de cabra y berenjena asada.
A continuación vendría un Sauvignon Blanc 2019, Blanc de Cal Eggo de la bodega Zorzal. La particularidad de este vino es su proceso de vinificación. Su fermentación se lleva a cabo en huevos de cemento para luego dejarlo reposar en el mismo recipiente por algunos meses en contacto con sus borras. Este procedimiento le otorga al vino volumen en boca y complejidad aromática. De esta forma la primera nariz del vino tenía los típicos espárragos que suelen presentar los Sauvignon Blanc, pero además, aromas herbales, algo de ruda y, lo diferente, notas mantecosas provenientes del singular proceso de elaboración. En boca complejo, voluptuoso y de acidez media, con un retrogusto herbal y de largo final. Su maridaje consistió en una bruschetta con un escabeche de cerdo y kale al horno.
Finalmente vendría el tinto, Malbec 2019 proveniente de Gualtallary. Tinto de Tiza Eggo de la bodega Zorzal. La línea Eggo de esta bodega son vinos sin paso por madera, fermentados y criados en huevos de cemento, que buscan, con la menor intervención posible, la expresión del terroir. Un Malbec complejo, con aromas a flores, hierbas y algo de mineral, mientras que en boca presentaba textura rugosa y una acidez que le otorga mucha frescura a la vez que una fineza al punto de convertirlo en un Malbec no tradicional, sabroso para el disfrute. Para esta especie el acompañamiento fue empanadas de carne cortada a cuchillo cocidas en horno de barro, una de las especialidades de la casa.
Para el cierre, nos deleitamos con duraznos y ciruelas en almíbar con crema de dulce de leche y un rico café. Así nos despedimos hasta la próxima, ocasión en la que auguro ser, otra vez, gratamente sorprendida.
Paulita Lima
Comunicadora del vino
Apasionada por vid y los frutos de su transformación, ávida por transmitir el mundo del vino. Escritora por vocación, realizó programa intensivo de Sommelier en la EAS (Escuela Argentina de Sommelier), y otros cursos en la EAV ( Escuela Argentina de Vinos).
Excelente nota Pau. Los saboree a través de tus palabras.