Entrevista a Jesica Di Diego

¿Cómo fue ese momento que te convocaron para ser parte de ME QUIERO VIVA?

ME QUIERO VIVA comenzó impulsado por las ganas de trabajar junto a Gabyta Fridman (guionista y directora de ME QUIERO VIVA) en un proyecto juntas. Ambas somos muy amigas y veníamos con ideas en mente previas a la cuarentena que por obvias razones hemos postergado.

Hacíamos una videollamada cuando entre charla y charla Gabyta me propuso la idea que tenía en mente, invitándome a participar como actriz y coreógrafa del proyecto. No lo dude, la idea de trabajar juntas estaba en mi cabeza, y la propuesta me pareció sumamente interesante.

A partir de ese momento comenzó el desafío de reunir al equipo, del cual no tengo más que elogios, tengo compañeros hermosos, profesional y humanamente. Y juntos comenzamos a llevar a cabo esta microserie que abordamos con sumo respeto y responsabilidad, y con todos los desafíos que implica hacerlo dentro de esta cuarentena.

¿Ya habías trabajado con La Guionista y Directora Gabyta Fridman?

Con Gabyta nos conocimos hacia fines del 2018 convocadas para la realización de PLAN B, A DESTIEMPO. Musical que he coreografiado bajo la dirección general y el guión de Gabyta. Fue una obra que se llevó a cabo en el Teatro El Cubo durante el primer tramo del 2019, de la que aprendí mucho, personal y artísticamente. Obra en la que conocí bellas personas, entre ellas Gabyta Fridman, con la cual fuimos construyendo una hermosa amistad.

Se habrá escuchado muchas veces que no es fácil tener un vínculo más allá de lo laboral, y en especial en este medio. Con Gabyta generamos una conexión donde poder hablar de todo, sin prejuicios, donde prima la sinceridad, el cariño y el respecto. Felíz de poder sostener ésta amistad.

¿Llevó mucho tiempo el armado de la serie? Contanos un poco, dentro de lo que puedas. A los espectadores les encanta conocer el “fondo”…

Una vez que se terminó de conformar el equipo de trabajo y la idea se fue consolidando, comenzamos los ensayos. Todo un desafío en éste formato virtual, pero de gran aprendizaje… Entre videollamadas, mensajes de textos, audios, llamadas telefónicas fuimos afianzando el proyecto y logrando un producto del cual estamos todos muy orgullosos.

Desde ya no todo es color de rosas, surgieron incertidumbres, dudas, dificultades frente a ésta nueva modalidad de trabajo. No solo tener que cumplir el rol de actores sino también camarógrafos, organizarnos en lo cotidiano de nuestros hogares fue una gran experiencia.

Intento en lo personal nutrirme de todo proyecto que emprendo y sacar jugo al máximo de las fortalezas y dificultades que aparecen en el camino. Estoy convencida de que todo lo que hoy se está atravesando es para que podamos salir más fuertes. Reinventarnos como artistas para poder seguir realizando lo que tanto amamos me hace pensar que los obstáculos valen la pena.

¿Qué cosa o que sensación has sentido mientras ensayabas a través de Zoom o cuando se te comunicó que ya estaba todo listo para el estreno?  Digo, debe ser una experiencia tan diferente por los tiempos que corren.

Todo lo nuevo nos parece raro y nos genera mucha incertidumbre al comienzo… Podremos lograr lo que buscamos como artistas en éstas circunstancias? Se podrá llevar a cabo? Bastarán los encuentros virtuales? Interrogantes que nos surgieron… y barreras que por suerte pudimos ir rompiendo…

En lo personal, mi primer acercamiento a este mundo virtual comenzó al decretarse la cuarentena a mediados de marzo… Soy directora de una escuela artística, donde se dictan clases de teatro musical, danza, teatro, canto. A partir de tener que cerrar el espacio por obvios motivos, con el resto de los docentes que forman parte de la escuela decidimos comenzar a dictar clases vía zoom, todo un desafío para cada uno de nosotros como también para cada uno de los alumnos. Después de prácticamente cinco meses de trabajar desde ésta nueva modalidad, me atrevo a decir que continúa siendo un gran aprendizaje, del que como ya he mencionado, creo saldremos fortalecidos.

Si bien mi acercamiento a lo virtual no inicio con ME QUIERO VIVA, es otro tipo de desafío que vivo con total placer. La vida no es una meseta, y la carrera artística es de las montañas rusas más apasionantes. Felíz de poder seguir trabajando y reinventándome en medio de éste caos.

Básicamente y sin contarnos el final de la historia ¿Qué nos cuenta Me quiero Viva?

ME QUIERO VIVA es una historia de violencia de género contada en una microserie de cuatro capítulos. Habla de la perdida de la palabra y el respeto como camino sin retorno.

Carolina (personaje que interpreto) se siente encerrada, real y metafóricamente. Tiene la necesidad de volver a respirar, de volver a vivir.

Vive junto a Gustavo, su marido (personaje interpretado por Pablo Pieretti), junto a quien el dolor se hace cada vez más insoportable. Se podría decir que su único contacto con el mundo exterior es a través de Claudio (interpretado por Emiliano Domínguez), un poco quien la ayuda a poder volver a escucharse, a sentirse, a mirarse.

ME QUIERO VIVA busca hacernos reflexionar como sociedad de algo que viene pasando, y que vienen sufriendo miles y miles de mujeres. Creo que es importante estar más atentos, más empáticos… ayudemos a decir BASTA!

¿Cuál fue el mayor desafío para vos, al momento de empezar a armar el personaje?

El desafío fue construir el personaje en sí, poder conectarme con el guión y que el mismo me traspase. Y hacerlo con suma responsabilidad, sabiendo que la ficción que estamos contando es realidad para tantas mujeres.

Es una temática muy delicada, pero que como artista me enorgullece hacer visible. Y agradezco tener un equipo que genera la contención y el profesionalismo para poder llevar semejante proyecto a cabo.

¿Cómo fue filmar y hacer todo en plena pandemia? ¿Siempre separados o tuvieron contacto?

Son las preguntas que no paran de hacernos… Se vieron para ensayar, no? Filmaron juntos? Definitivamente no.

Todo el equipo hemos llevado a cabo una cuarentena bastante estricta, y nuestra única forma de contacto fue virtual… Desde ya que ese es el mayor desafío de ME QUIERO VIVA.

Cuando hablo de desafío no solo se presenta en no tener a la directora, la producción (Estación 360), la asistente (Celeste Di Giovanni)o al editor (Facundo Cuomo)cara a cara para cualquier tipo de marcación. Sino como he dicho antes en deber cumplir roles que no acostumbramos, pasar a ser cámaras y actores de una misma escena… ser vestuaristas y maquilladores de nuestros propios personajes… abrir nuestros hogares como escenografías… Generar un vínculo con los otros actores en forma virtual, hasta al punto de tener que simular que filmamos en un mismo espacio.

Ocuparnos de que el todo fluyera fue nuestro principal objetivo, y lo que era en un principio un desafío terminó siendo el endulzante de éste proyecto.  

¿Por qué consideras que todos deben ver Me quiero viva?

Creo que ME QUIERO VIVA viene a hacernos reflexionar, a salirnos de nuestro lugar de confort, a cuestionarnos porque pasa lo que pasa y que podemos aportar desde nuestro pequeño lugar.

No basta con querer que las cosas cambien, alcemos la voz, y pongámonos en acción para que esos cambios sean visibles.

Algo más que quieras agregar…

Agradecer. Agradecerles a ustedes, y todos los que nos permiten dar a conocer ME QUIERO VIVA.

Es un momento muy difícil para nosotros los artistas… Hay tantos actores, coreógrafos, bailarines, directores que hoy no tienen trabajo… No nos está siendo fácil, pero no tengo más que palabras de agradecimiento a todos los que confiaron en mí para llevar a cabo éste proyecto… y a cada persona desde su lugar que me permite ingresar a su casa. Como actriz, bailarina, coreógrafa, directora y maestra… Gracias!