Hoy les quiero contar mi experiencia de los últimos días, con dos vinos de la bodega Riglos. Esta bodega ubicada en Tupungato, Valle de Uco, Provincia de Mendoza, a una altura de 1.300 msnm, nació allá por el 2002 de la mano de dos amigos, Darío Werthein y Fabián Suffern, oriundos de Buenos Aires. El nombre del emprendimiento lo eligieron en honor a un pueblo de la provincia de La Pampa: Riglos, de donde provienen sus ancestros, quienes arribaron a la Argentina a comienzos del siglo XX.
Riglos elabora el total de sus vinos singles vineyards, es decir, que las uvas provienen todas de la finca: “Las Divas”, propiedad de los mismos bodegueros. Provenientes de suelos aluvionales, a una marcada altitud, en un clima con gran amplitud térmica y magnífica intensidad solar, los vinos se presentan vibrantes y sofisticados.
En su línea joven encontramos el llamado Quinto y fue justamente el Cabernet Franc 2018 el primero que degusté. Debo decir, que a título personal, me encantó. La primera nariz, esto es tan solo servirlo en la copa y sin movimiento alguno, apareció la fruta, una ciruela algo madura. Luego, tras oxigenarlo, surgieron notas de paprika ahumada y con el paso del tiempo, se abrieron paso, notas muy sutiles de pimiento verde y algo vegetal. En boca tuvo una entrada dulzona, buena acidez, un toque vegetal, persistencia media y un sabroso final.
Luego vino el turno del Gran Malbec 2017, a diferencia del anterior, que presenta 6 meses de barrica en roble francés, este Malbec reposó en madera durante 19 meses, lo cual le otorga una estructura y complejidad distintiva. Si bien tras el descorche se mostró algo austero en nariz, luego se fue abriendo, desprendiendo aromas a frutos negros y violetas, con notas de caramelo y especias dulces. En boca es un aluvión de sensaciones, entra dulce, abarca toda la boca y persiste largamente. Los sabores a fruta negra madura prevalecen, con una acidez presente y equilibrada (lo cual me da la pauta de que en los próximos años este ejemplar va a evolucionar muy gratamente), con unos taninos redondos, dando como resultado un vino muy bien equilibrado.
Ambos ejemplares son artífices del enólogo José Hernandez Toso de gran trayectoria en la vitivinicultura argentina. Los invito a probar los vinos de esta bodega y dejarse llevar por las múltiples sensaciones que sus variedades despiertan.
Paulita Lima
Comunicadora del vino
Apasionada por vid y los frutos de su transformación, ávida por transmitir el mundo del vino. Escritora por vocación, realizó programa intensivo de Sommelier en la EAS (Escuela Argentina de Sommelier), y otros cursos en la EAV ( Escuela Argentina de Vinos).
Paula como siempre es un orgullo leer tus notas , y tu maravillosa descripción de los vinos.
Felicitaciones!!!!